La desembocadura del Matarraña en el Ebro es por excelencia el entorno más visitado de Fayón, puesto que en este tramo se concentran el mayor número de testimonios patrimoniales de la antigua vida de los fayonenses.
La desembocadura del Matarraña en el Ebro es por excelencia el entorno más visitado de Fayón, puesto que en este tramo se concentran el mayor número de testimonios patrimoniales de la antigua vida de los fayonenses.
Este recorrido parte, como la mayoría de las rutas diseñadas, del Parque familiar de Fayón. Es una ruta muy cómoda que se puede realizar tanto en BTT como a pie ya que transcurre la mitad de su recorrido por pista asfaltada y la otra mitad por una pista en buen estado que conduce hasta el punto de inicio.
Se encuentra señalizado con las típicas marcas de pintura blancas y amarillas del PR-Z 160 en el primer tramo y en la parte final desde que intersecta con la Ruta 1 a orillas del embalse.
Tras pasar un desvío a la izquierda que conduce a la Ermita de Ntra. Sra. del Pilar, en un siguiente desvío, seguiremos a la izquierda por la pista asfaltada que llega hasta el cementerio viejo donde yacen los antiguos vecinos del viejo Fayón. De este se ha respetado íntegramente sus límites y se ha conservado el arco de entrada. Unos metros más adelante, aparece una edificación de grandes dimensiones que servía como viviendas que alojaban a los trabajadores de Renfe (casas de las estación del antiguo Fayón). A partir de este punto la pista prosigue por terreno llano por su orilla derecha. Este tramo de pista se ha acondicionado y es posible contemplar a través de varios totems, manifestaciones artísticas que rememoran por un lado la historia minera de Fayón, la navegación del Ebro y el ferrocarril, un segundo totem junto a un olivo como símbolo de prosperidad, un tercero cercano al sendero que desciende de la ermita del Pilar, en el que se podrá escuchar una antigua melodía compuesta con motivo del 50º aniversario de Fayón. Muy cerca divisaremos las ruinas del pueblo antiguo y la torre de la iglesia que emerge sobre las aguas.
La pista prosigue abandonando la orilla del embalse hasta conectar el fondo del barranco de Juncós/Barranc de Faió. En este pronunciado barranco se configuraba, la calle mayor, por la que discurrían en época de tormentas las aguas del barranco afluente del Plegón.
Al comenzar el ascenso se nos aparece en la parte derecha la Cova de l’Oriola, un espacio de fuerte carga simbólica para los fayonenses que además fue un punto de control franquista muy importante durante la Batalla del Ebro. Un poco más adelante otro punto informativo nos acerca al paraje conocido como La Mineta, una de las muchas prospecciones mineras en el municipio cuya explotación fue abandonada por la presencia de un curso de agua subterránea y que posteriormente se convirtió en lavadero público.
La pista remonta el barranco obviando un desvío a su izquierda en una curva pronunciada. Siguiendo la pista principal se llegará de nuevo al punto de inicio en el Parque familiar.